Exploración al Túnel de Muscayoc

Hacía 5 años que nuestro amigo Cleto, nos había hablado de un hueco en la pared de una montaña, frente a la chacra (terreno de cultivo asociado a la vivienda) de sus padres, en las proximidades del sitio arqueológico de Torontoy al borde del río Vilcanota y que tenía asociadas una serie de leyendas, como por ejemplo que en algunas ocasiones de su interior salía una gran cantidad de agua, que en su portada había un dintel de piedra tallada por los incas, o que de vez en cuando de su interior se escuchaban unos potentes sonido; en resumen, las clásicas leyendas que tienen asociados este tipo de “agujeros” en lugares inaccesibles en la mayoría de culturas. Nosotros en el mediterráneo, conocemos cavidades donde los “moros” hacían cosas extraordinarias.

El 2009, nuestros compañeros del INC llevaron a cabo un intento de acceder a este lugar, pero por falta de material no pudieron llegar y se quedaron a pocos metros de la boca de la cavidad. Este año debíamos organizar una actividad en este lugar. Teníamos que desvelar la realidad del TUNEL DE MUSCAYOC.

Una vez finalizamos las actividades programadas en el Canal de Agua de Salapunku, organizamos la logística necesaria para acceder al Túnel. Esto no fue sencillo, pues teníamos que pernoctar a mitad de camino entre donde estábamos apostados para trabajar en Salapunku y el Túnel, así que para ello hablamos con nuestros amigos los Guardaparques del SENANP (Servicio Nacional de Áreas Protegidas), que nos brindaron sus instalaciones en el Control de Qoriwayrachina en el kilómetro 88 de la vía del tren Cusco-Aguas Calientes. Señalar que en este lugar existen varios puntos muy interesantes que vienen a demostrar una vez más la maestría de los Incas con sus obras de ingeniería. Un ejemplo es la base de un puente colgante inca, aprovechada para un puente colgante contemporáneo.

Después del episodio de gran crecida que tuvo el río Vilcanota el pasado mes de enero que afectó de manera severa las construcciones contemporáneas relacionadas con Aguas Calientes, ahí os dejo una foto donde podéis comprobar que el puente esta intacto, para nada le afectó la gran crecida del caudal del río. 

Por otro lado existe una hermosa escalera esculpida en la roca que conduce directamente al puente colgante, es bonito imaginar correr por aquí a los chasquis, es asombroso.

Pero volvamos al Túnel Muscayoc, con el apoyo logístico del SERNANP, el lunes 7 de junio por la noche nos desplazamos hasta el kilómetro 88 caminando pues los “amigos” de PERURAIL nos querían hacer pagar 48 dólares por un recorrido de 6 kilómetros (es interesante comprobar como esta empresa que explotan de manera salvaje –y en algunos casos poniendo en riesgo la integridad física de sus clientes- y poco sostenible este patrimonio natural y cultural, colabora con la exploración y posterior conservación de estos lugares), donde nos reunimos todo el equipo hispano-español, donde pasamanos la noche.

A las 04:00 el despertador de Criso nos puso en marcha. Desayunamos en la chacra de una amable señora y nos pusimos a caminar dirección al tunel.

El recorrido sigue un bello camino inca que cruza unas tremendas plataformas de andenes y cruzando riachuelos todo ello integrado en un paisaje único. En 2 horas llegamos a la base de la montaña que debíamos ascender para poder llegar al Túnel.
Cada cual a su ritmo, ascendimos los 400 metros de desnivel por un sendero muy empinado entre el pajonal. Una vez reunidos todos en la arista de la cumbre, comemos algo, mientras Ismael y Sinchi, que han comido antes, inician la instalación de la cuerda que nos conducirá 3 horas mas tarde de trabajo hasta el interior de la cavidad.

Ismael y Sinchi se las ven y las desean (así como lo que desfilamos posteriormente por la instalación) para poder fijar la cuerda a la roca, pues su en los 150 metros de cuerda instalada, solo hubo un punto que consideraron fiable, es decir unas ramas de una pequeño árbol, desde donde arranco la instalación.

Todo ello, nos obligo a separar nuestro avance por la cuerda en el descenso y agruparnos en el ascenso en aquellos lugares donde se podía para evitar que las constantes caídas de piedras impactaran sobre nosotros. El fuerte viento, tan habitual en la zona, impedía nuestra comunicación, así que nuestro plan se preparo antes de los trabajos de instalación.

Llegamos finalmente al hueco y no tenia continuación, mas bien, se trataba de un abrigo rocoso, con una gran piedra empotrada en su entrada que desde la distancia daba la impresión de ser un dintel tallado por los incas.

Tomamos fotos e iniciamos el descenso, desinstalación e iniciamos la larga caminata hasta Salapunku, lugar donde debíamos descansar.

Durante el regreso vimos un lugar denominado Waynaq’ente. Estamos en conversaciones con el INC de Cusco para incluirlo entre los objetivos de 2011 pues tiene unas peculiaridades que pueden ser de interés para desarrollar una exploración por parte de Ukhupacha.

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